viernes, 15 de marzo de 2013

Nituké de cebolla, puerros, zanahoria y guisantes



Dentro de la cocina macrobiótica existen diferentes estilos de cocción, a través de los cuales podemos otorgar un resultado u otro al cocinar nuestras verduras. Pero lo más importante, es entender que cada uno de estos tipos de cocción, tiene una gran influencia sobre los alimentos que estamos cocinando, puesto que no debemos olvidar que la cocina macrobiótica es pura alquimia y los alimentos pueden cambiar su naturaleza más primaria en función del tiempo que los cocinemos, la intensidad del fuego que escojamos o incluso también podríamos alterar sus propiedades y polaridad ( yin/yang), en función de como los combinamos con otros alimentos dentro de la misma cocción.
El Nituké es un estilo de cocción muy tradicional dentro de la macrobiótica, con el que entre otras muchas cosas, conseguimos mantener intactos todos los nutrientes de nuestras verduras, además de potenciar su color y sabor, obteniendo una cocción al punto muy recomendable para las estaciones más frías del año.  Por lo normal, se sirve como acompañamiento de otras recetas, aunque podéis utilizarlo como plato principal, siempre que lo acompañemos en la misma comida, de la porción adecuada de cereal, algas y legumbres.
El procedimiento es muy sencillo, disponiendo una pizca de aceite en una olla y cocinando los ingredientes por capas a fuego lento con la ayuda de su misma agua  y una cocción lenta.

INGREDIENTES  (2 personas)
( A ser posible de procedencia ecológica y local)

2                        Zanahorias
2                         Puerros
2                         Cebollas
1/2Kg                        Vainas de guisantes
Salsa tamari
Sal Atlántica
Aceite de sésamo virgen de primera presión en frío

ELABORACIÓN:


1.  En primer lugar cortaremos todas las verduras empezando por las cebollas, seguido por los puerros, zanahoria y finalmente, eliminando sólo los extremos de las vainas de guisantes, cortaremos cada una de ellas a trozos pequeños.

Nota 1: Por lo normal dependiendo del tipo de vaina, la podemos incluir o no, ya que en determinados momentos de la temporada son muy duras y aunque en apariencia quedan bien cocinadas, lo cierto es que su textura en la boca no es tan buena. En mi caso, contaba con unas vainas muy tiernas y las he podido aprovechar al 100%. De no ser así, las abriríamos con cuidado y extraeríamos tan solo los guisantes.
Nota 2:  La forma en que cortamos los alimentos, también tiene una gran influencia en la energía que nos aportan, por esta razón cada receta exige una forma diferente de cortar las verduras y el resto de ingredientes que la componen. En el caso del nituké, para las verduras de raiz utilizamos el corte rodado que nos muestro en la fotografía que sigue a continuación. (fotografía de Agnés Pérez : http://agnesmacrobiotica.blogspot.com.es/)



2.  Ponemos un chorro de aceite de sésamo en el interior de una olla mediana y lo calentamos durante unos minutos, hasta que el mismo empiece a desprender su característico olor, señal de que estará a punto para empezar nuestra cocción.

3. En primer lugar pondremos la cebolla bien cortada y con el fuego bastante alto la moveremos en círculos sin parar con ayuda de una espátula de madera o accesorio similar. Cuando la misma empiece a tomar una apariencia transparente , cambiando a su vez de color, será el momento de añadir la sal ( no antes).  En macrobiótica esta forma de cocinar según que alimentos es llamada “ Yanguizar”, y lo que pretendemos, es equilibrar dicho alimento a base de someterlo al fuego y condimentarlo con sal, durante un periodo de tiempo determinado.

4. Una vez hemos cocinado la cebolla siguiendo el paso anterior, añadiremos los puerros cortados y repetiremos el proceso anterior, pero sin añadir más sal, siendo suficiente remover el porro a la vez que lo mezclamos con la cebolla.

5. Finalmente añadiremos la zanahoria  y las vainas de guisantes, todo ello también previamente cortado. Mezclaremos con el resto de verduras y taparemos durante unos treinta minutos, bajando el fuego al mínimo.

6. Transcurridos los treinta minutos, destaparemos y apartaremos la olla del fuego, tirando en su interior un buen chorro de salsa tamari y dejando reposar un par de minutos más.
Una vez seguidos los pasos anteriores ya tendremos nuestro nituké listo para servir, ya sea como plato único, o como acompañamiento de otra receta.

Buen provecho!

Gassho!

Sergi Gámez

(Fotos por Sergi Gámez)