Dentro de la cocina macrobiótica
existen diferentes estilos de cocción, a través de los cuales podemos otorgar
un resultado u otro al cocinar nuestras verduras. Pero lo más importante, es
entender que cada uno de estos tipos de cocción, tiene una gran influencia
sobre los alimentos que estamos cocinando, puesto que no debemos olvidar que la
cocina macrobiótica es pura alquimia y los alimentos pueden cambiar su
naturaleza más primaria en función del tiempo que los cocinemos, la intensidad
del fuego que escojamos o incluso también podríamos alterar sus propiedades y
polaridad ( yin/yang), en función de como los combinamos con otros alimentos
dentro de la misma cocción.
El Nituké es un estilo de cocción
muy tradicional dentro de la macrobiótica, con el que entre otras muchas cosas,
conseguimos mantener intactos todos los nutrientes de nuestras verduras, además
de potenciar su color y sabor, obteniendo una cocción al punto muy recomendable
para las estaciones más frías del año.
Por lo normal, se sirve como acompañamiento de otras recetas, aunque
podéis utilizarlo como plato principal, siempre que lo acompañemos en la misma
comida, de la porción adecuada de cereal, algas y legumbres.
El procedimiento es muy sencillo, disponiendo una pizca de aceite en una olla y cocinando los ingredientes por capas a fuego lento con la ayuda de su misma agua y una cocción lenta.
INGREDIENTES (2
personas)
( A ser posible de procedencia ecológica y local)
2 Zanahorias
2 Puerros
2 Cebollas
1/2Kg Vainas
de guisantes
Salsa tamari
Sal Atlántica
Aceite de sésamo virgen de primera presión en frío
ELABORACIÓN:
1. En primer lugar cortaremos todas las verduras empezando por
las cebollas, seguido por los puerros, zanahoria y finalmente, eliminando sólo
los extremos de las vainas de guisantes, cortaremos cada una de ellas a trozos
pequeños.
Nota 1: Por lo normal dependiendo
del tipo de vaina, la podemos incluir o no, ya que en determinados momentos de
la temporada son muy duras y aunque en apariencia quedan bien cocinadas, lo
cierto es que su textura en la boca no es tan buena. En mi caso, contaba con
unas vainas muy tiernas y las he podido aprovechar al 100%. De no ser así, las
abriríamos con cuidado y extraeríamos tan solo los guisantes.
Nota 2: La forma en que cortamos los alimentos, también tiene una gran influencia en la energía que nos aportan, por esta razón cada receta exige una forma diferente de cortar las verduras y el resto de ingredientes que la componen. En el caso del nituké, para las verduras de raiz utilizamos el corte rodado que nos muestro en la fotografía que sigue a continuación. (fotografía de Agnés Pérez : http://agnesmacrobiotica.blogspot.com.es/)
3. En primer lugar pondremos la
cebolla bien cortada y con el fuego bastante alto la moveremos en círculos sin
parar con ayuda de una espátula de madera o accesorio similar. Cuando la misma
empiece a tomar una apariencia transparente , cambiando a su vez de color, será
el momento de añadir la sal ( no antes).
En macrobiótica esta forma de cocinar según que alimentos es llamada “
Yanguizar”, y lo que pretendemos, es equilibrar dicho alimento a base de
someterlo al fuego y condimentarlo con sal, durante un periodo de tiempo
determinado.
4. Una vez hemos cocinado la
cebolla siguiendo el paso anterior, añadiremos los puerros cortados y
repetiremos el proceso anterior, pero sin añadir más sal, siendo suficiente
remover el porro a la vez que lo mezclamos con la cebolla.
5. Finalmente añadiremos la
zanahoria y las vainas de
guisantes, todo ello también previamente cortado. Mezclaremos con el resto de
verduras y taparemos durante unos treinta minutos, bajando el fuego al mínimo.
6. Transcurridos los treinta
minutos, destaparemos y apartaremos la olla del fuego, tirando en su interior
un buen chorro de salsa tamari y dejando reposar un par de minutos más.
Una vez seguidos los pasos
anteriores ya tendremos nuestro nituké listo para servir, ya sea como plato
único, o como acompañamiento de otra receta.
Buen provecho!
Gassho!
Sergi Gámez
(Fotos por Sergi Gámez)
(Fotos por Sergi Gámez)