jueves, 27 de junio de 2013

Todo lo que debes saber acerca de la sal...


La sal, siempre ha estado en la cuerda floja de la nutrición, puesto que los diferentes mitos que pesan sobre la misma, han terminado por coronarla entre la espada y la pared, navegando a través de brumas de luz y sombras, culpables de que la mayor parte de la población a día de hoy, tenga un gran desconocimiento del empleo y valores nutricionales de este maravilloso regalo, que la naturaleza nos ha otorgado.
Así que si preguntamos a diferentes personas a cerca de la sal, muchos de ellos os dirán que la misma es muy perjudicial para la salud, y que intentan cocinar con la mínima cantidad posible, para reducir su consumo en su alimentación diaria. 
¿Pero qué hay de cierto en estas afirmaciones?, ¿ realmente la sal es tan perjudicial cómo muchos afirman?
La respuesta sin dudarlo ni un segundo es NO!
Por esta razón, a través de este artículo voy a comentar las bondades de este gran desconocido, con la intención de que muchas más personas puedan beneficiarse de sus infinitas propiedades.


SAL REFINADA, EL SEGUNDO VENENO BLANCO A NUESTRO ALCANCE

Antes de profundizar en la sal como condimento de cocina, deberíamos aclarar que entendemos como sal, puesto que en dicha consideración recaen la mayor parte de los errores y falsos mitos atribuidos a la misma.
En primer lugar, quisiera aclarar que la sal refinada que encontramos en supermercados y grandes superficies, NO tiene nada que ver con la sal sin refinar apta para nuestra alimentación, siendo la primera otro clásico veneno blanco, que al igual que sucede con el azúcar,  reina en nuestros hogares y mesas con total impunidad, aun siendo el causante de la mayor parte de desajustes en nuestra salud

La sal refinada que el 90% de familias consumen y compran en supermercados, como su nombre indica, no es más que un preparado refinado, mediante procesos industriales y diferentes agentes químicos, que además de alterar su composición intrínseca por completo, invierten su propiedades y polaridad, alterando por completo el efecto que la misma produce en nuestro organismo. Así que en pocas palabras, el ser humano extrae de la naturaleza un tesoro nutricional y lo convierte en un condimento que lo único que conserva de sus valores primarios es su capacidad para salar, pero nada más! ( ni siquiera su color, puesto que la sal sin refinar no es blanca, siendo más bien gris claro)
Y como toda causa en nuestra vida tiene sus consecuencias, evidentemente el uso reiterado de esta sal refinada, nos comportará a la larga diferentes problemas de salud, puesto que nuestro organismo, tarde o temprano nos alertará de nuestro error.
Pero por si acaso tras leer mis palabras, os queda alguna duda voy a entrar en detalles para dar si cabe más fundamento a mis palabras.
La sal refinada convencional, está formada simplemente por cloruro sódico, al que en algunas ocasiones se le añade yodo (en forma de yoduro de potasio -KI) e incluso cloro, ambos evidentemente de procedencia industrial. En cambio la sal sin refinar procedente de la naturaleza, está formada por los mismos 84 elementos esenciales que componen nuestro cuerpo humano y en la cantidad exacta requerida por nuestro organismo; así que ya podéis imaginar, que las diferencias entre una y otra, así como el impacto que cada una de ellas tiene en nuestra salud son realmente abismales...
Pero por si quedara duda alguna, os dejo una lista de los diferentes beneficios de este tesoro en su estado no refinado, tal y como la naturaleza nos lo proporciona:

1. Estabiliza los latidos irregulares y regula la presión arterial (juntamente con el agua). Naturalmente, las proporciones son significativas. 
2. Extrae el exceso de acidez de las células del cuerpo, especialmente las células del cerebro. 
3. Nivela los niveles de azúcar en la sangre, lo que es particularmente importante para los diabéticos. 4. Es esencial para la generación de energía hidroeléctrica en las células del cuerpo. 
5. Es vital en la absorción de nutrientes a través del tracto intestinal.
6. Es necesaria para limpiar los pulmones de mucosidad y flemas pegajosas, especialmente en casos de asma y fibrosis quística. 
7. Limpia el catarro y la congestión de los senos paranasales. 
8. Es un potente anthistamínico natural. 
9. Puede prevenir los calambres musculares. 
10. Previene la excesiva producción de saliva. La saliva que fluye de la boca mientras se duerme puede ser indicativa de deficiencia de sal. 
11. Aporta dureza a los huesos. El 27% de la sal del cuerpo se encuentra en los huesos. Las deficiencias de sal o bien comer sal refinada en vez de sal sin refinar son las principales causas de la osteoporosis. 
12. Regula el sueño, actuando como un hipnótico natural. 
13. Previene la gota y la artritis gotosa. 
14. Es vital para mantener la libido y la sexualidad. 
15. Previene las varices y venas de araña en las piernas y muslos. 
16. Provee al cuerpo de 80 minerales esenciales. La sal refinada, como la sal de mesa común, ha sido despojada de todos estos elementos, salvo dos. Además, contiene aditivos dañinos, incluyendo silicato de aluminio, uno de los principales causantes de la enfermedad de Alzheimer. 

LA SAL EN LA COCINA, UTILIZACIÓN Y MALOS USOS FRECUENTES

Una vez tenemos claro como adquirir una sal apta para nuestra alimentación, no podemos pasar por alto el modo de empleo, ya que en el mismo, reside también el secreto que nos permitirá aprovechar el 100% de sus propiedades beneficiosas para nuestro organismo.
En primer lugar debemos saber que la sal en su estado bruto, no debería utilizarse en ningún caso como condimento de mesa, siendo en realidad más beneficiosa cuando la misma se añade durante la cocción de nuestros alimentos siempre en caliente.
Así que mi primer consejo es que  eliminemos el típico salero de nuestras mesas y reservemos la sal, para añadirla mientras cocinamos, una vez que los alimentos ya estén a una cierta temperatura, ya que sólo en ese momento podrá penetrar en los mismos, otorgándoles las citadas propiedades beneficiosas mencionadas con anterioridad más arriba.
Si lo miramos desde la óptica contraria, el consumo de sal en bruto nos aportará mucha sed, con la consiguiente necesidad de ingerir más líquidos innecesarios, que acabarán por desequilibrar la función de algunos de nuestros órganos, como por ejemplo los riñones, a los que sobrecargaremos en exceso.
También aunque parezca totalmente una paradoja, la sal se utiliza en todos los postres dulces, ya que la misma tiene también una gran capacidad para equilibrar la polaridad de los mismos, aunque de ello hablaré en el siguiente punto de forma más extensa.
Así que como resumen a este punto, debemos cambiar el chip que siempre nos han impuesto y aprender a utilizar la sal en la cocina de forma saludable, para así poder heredar sus innumerables propiedades óptimas para nuestra salud.

LA SAL EN LA MACROBIÓTICA, INDICACIONES Y CONSEJOS BÁSICOS

En la macrobiótica la sal tiene una gran importancia y se utiliza con frecuencia, pero es muy importante conocer la naturaleza de este condimento y sus indicaciones desde el punto de vista de la macrobiótica, puesto que una ingestión desmesurada de sal u otros condimentos salados en nuestra dieta pueden ocasionar diferentes problemas a los que nos debemos anticipar.
En esencia, la sal en macrobiótica esta sujeta a la fuerza yang, de caracter centrípeta y muy contractiva, así que la misma tiene la capacidad de equilibrar nuestras cocciones más yin, que nos aportarán una energía totalmente opuesta, de carácter expansivo. Pero uno de los errores básicos cuando algunas personas se inician en la macrobiótica, es abusar de la sal y otros condimentos salados como la salsa de soja, el gomasio, o el miso. Digo esto por experiencia propia, ya que nuestra misión es huir de los excesos de todo tipo y esto se consigue equilibrando nuestra alimentación de forma más centrada posible, ni muy yin ni muy yang.
Por ejemplo, cuando cocinamos verduras que por lo normal son esencialmente yin, un toque de sal durante su cocción puede servir para "yanguizarlas" ( equilibrar más su polaridad intrínseca), haciéndolas más fáciles de digerir por nuestro organismo.
También como antes comentaba, siempre se añade una pizca de sal durante la preparación de postres, para que los mismos nos aporten una energía menos expansiva, así que nuevamente romperemos otro mito, ya que incluso en los platos más dulces, la sal puede tener una cierta importancia.
Así que sin entrar en detalles, podemos imaginar que la macrobiótica es en realidad pura alquimia, donde a través de diferentes elementos y factores, podemos alterar la naturaleza de los alimentos, afectando directamente en la energía que los mismos aportarán a nuestro organismo, en función de como los cocinamos, como los combinamos y evidentemente como no podía ser menos, también influirá la conciencia que ponemos mientras los cocinamos...

ALTERNATIVAS PARA SALAR NUESTROS PLATOS DE FORMA SALUDABLE

Aunque yo siempre aconsejo no abusar de los extremos (dulce/salado), está claro que en ocasiones, un toque salado, puede dar una cierta personalidad y sabor a nuestros platos, así que una vez nos ha quedado claro que la última opción a seguir, será añadir sal en bruto, podemos contemplar algunas posibilidades más acertadas.
Una alternativa en una medida muy razonable ( sin excesos), podemos encontrarla en el gomasio, la salsa de soja y tamari.  todas ellas repletas de infinidad de propiedades beneficiosas para nuestro organismo y menos nocivos que la sal fuera de las cocciones.
En el caso del gomasio, su uso debería quedar más acotado a espolvorearlo encima de los cereales, siendo la salsa de soja y tamari, más apropiada para añadirla a ensaladas, cremas y verduras, ya sea en el caso de las verduras, durante su cocción o como aderezo directamente sobre las ensaladas u otras preparaciones.
Pero quiero insistir en su uso moderado, puesto que de lo contrario, si abusamos de estos condimentos, estaremos en peligro de crear diferentes desajustes en nuestro cuerpo.


Gomasio

En el caso del gomasio, aunque se puede encontrar fácilmente en tiendas de dietética y consumo ecológico, yo aconsejo prepararlo de forma casera, así que aquí os dejo el enlace a otro artículo de este blog, donde en su día dediqué un extenso escrito a este preciado condimento, que no debería faltar en ninguna mesa.


La salsa tamari, por el contrario aunque también puede elaborarse de forma casera, no hay problema en adquirirla en tiendas, siempre que la misma sea de procedencia ecológica ( esto es muy importante).

Salsa tamari


CONCLUSIONES FINALES

Espero que después de leer este artículo, muchas de vuestras dudas ya formen parte del pasado, quedando en caso contrario a vuestra disposición, para resolver todos los aspectos, relacionados con este artículo, que puedan no haber quedado del todo claros.
Pero sin ánimo de excederme en este apartado, lo primero que tenéis que hacer es dejar de consumir sal refinada, puesto que sin saberlo estáis envenenando vuestro cuerpo de una forma muy grave, que tarde o temprano os pasará factura.

Un saludo!

Gassho !

Sergi Gámez