Sin duda el desayuno sigue siendo la gran asignatura pendiente de muchas personas que quieren cambiar su alimentación. Esto es algo que veo todos los días, ya sea en los cursos que imparto, así como en mis pacientes, que siempre parecen estar muy preocupados por este tema.
Por ello me he decidido a dar unas pautas para facilitarles la vida a todas estas personas y a su vez, para esclarecer algunos tópicos sobre los desayunos que nunca está de más tener en cuenta.
DESAYUNA COMO UN REY, COME COMO UN PRINCIPE Y CENA COMO UN POBRE
Esta frase siempre me ha parecido ideal para mostrar mi visión sobre el reparto energético de las comidas a lo largo del día. Por esta razón si cambiamos el orden de esta frase, afectará mucho en como nos enfrentaremos a nuestra jornada diaria.
Esto se debe a una razón muy sencilla. La primera comida del día, es sin duda la más importante, porque en primer lugar, nuestro cuerpo ha gastado una parte importante de nuestras fuentes de energía durante los procesos de reposición de nuestro organismo que se llevan a cabo mientras dormimos. Así que nada más levantarnos, necesitaremos nutrir nuestro cuerpo, para conseguir por un lado proveer de energía a nuestro organismo para afrontar el nuevo día, y por otro, evitar consumir nuestras reservas energéticas, como por ejemplo las de glucosa, dando lugar a posibles desmayos.
Así que en resumen, lo que necesitaremos será sin duda, un almuerzo que nos proporcione una energía duradera y continua. Siendo los carbohidratos de absorción lenta, nuestros mejores aliados para conseguir esta finalidad.
Si además le queremos dar un aporte proteico a nuestro desayuno, podemos ayudarnos de algunos frutos secos o semillas, que añadidos a nuestra preparación, le darán si cabe un valor nutricional añadido muy importante.
Y bueno para acabar de redondear el mismo, teniendo en cuenta que ahora estamos en una estación fría, debiendo por ello proteger nuestro organismo de las bajas temperaturas, utilizaremos algunos ingredientes que nos aporten calor, ayudando así por un lado a evitar posibles resfriados al salir a la calle y además mejorar nuestro transito intestinal, activando a su vez nuestra circulación y sentir que nuestro cuerpo late con fuerza y vitalidad, siendo para ello muy interesantes los picantes suaves como el jengibre o la clásica canela por ejemplo.
Un grave error suele ser el de comer frutas, zumos o batidos como base de nuestro desayuno, pues los mismos nos aportarán una gran cantidad de azucares de absorción muy rápida, que nos mantendrán eufóricos durante un corto espació de tiempo, seguido de un estado de bajón y cansancio, que en algunos casos puede llevarnos a la hipoglucemia, dando como resultado la necesidad de volver a la nevera y seguir picando algún otro alimento que sacie nuestra falta de energía.
En su lugar, mi consejo siempre es que reservemos ese aporte de azucares rápidos para esos espacios entre comidas, donde un aporte de ese tipo puede venirnos muy bien, aunque tampoco debemos excedernos y menos aún equivocarnos con el tipo de azucares que escogemos para nutrir nuestro cuerpo, siendo los adecuados, aquellos que están de forma intrínseca en los alimentos, nunca fuentes de azucares industriales o edulcorantes de procedencia química.
Hoy he querido poner un ejemplo del que está siendo mi desayuno preferido últimamente, el clásico Porridge de avena, con algunas diferencias que lo hacen si cabe más nutritivo y saludable. Por ello he añadido ese aporte de semillas de cáñamo, siendo las mismas un aporte de proteínas muy elevado y de una absorción muy estable y óptima. Así como el jengibre, que siempre es un buen aliado para aportarnos una ayuda calorífica que nunca está de más en las estaciones más frías, además de aumentar nuestra vitalidad y lívido.
Y como ya sabéis, que me preocupo mucho por mis lectores y amigos intolerantes al gluten, podéis preparar este Porridge, cambiando la bebida de avena por bebida de almendra y los copos de avena por copos de maiz o copos de arroz. Pero lo más importante en todos los casos, es que no debéis añadir ningún tipo de azúcar adicional, pues ni de lejos lo necesita y si no probado y me comentáis vuestras impresiones !!!
Un abrazo y seguimos adelante!!
PORRIDGE DE AVENA CON SEMILLAS DE CÁÑAMO Y JUGO DE JENGIBRE FRESCO
INGREDIENTES:
( A ser posible de procedencia local y ecológicos)
1 Taza de copos de avena ( celíacos pueden utilizar copos de arroz, mijo, quinoa, maiz...)
2 Tazas de agua
1 Rama de canela o canela en polvo
1 Cucharada sopera de jugo de jengibre fresco
1-2 Cucharadas soperas de semillas de cáñamo trituradas o en polvo ( pueden ponerse nueces en su lugar)
Piel de medio limón
ELABORACIÓN
1. Ponemos todos los ingredientes a cocinar a fuego medio, removiendo para así obtener una cocción más equilibrada.
2. Cuando los copos de avena espesen, añadimos el jugo de jengibre, con ayuda de un rallador de jengibre o similar.
3. Servimos y tomamos bien caliente, masticando cada bocado lentamente, a modo de asimilar perfectamente todos sus nutrientes, consiguiendo a su vez, una digestión más correcta y placentera.
Sergi Hogaku
(foto: Sergi H.)