Hoy no pretendo publicar una nueva receta, pero si quisiera introducir a los lectores de este blog en uno de los mayores pilares de la cocina macrobiótica, y digo pilar, porque si aplicamos todo lo que voy a explicar a continuación a la hora de preparar nuestro plato, ya de entrada les puedo asegurar que su organismo va a dar un salto de calidad sin precedentes. Esto será posible a que le vamos a dar todo lo que realmente necesita ni más ni menos, sólo lo indispensable!
Para conseguir este fin la macrobiótica nos enseña que no todos los nutrientes deben suministrarse sin mas en nuestro plato, ya que contrariamente a ello, todo sigue un orden en nuestro universo y por descontado este orden también es necesario y muy importante a la hora de medir los alimentos que ingerimos.
Por esta razón, existen unas proporciones básicas que siempre deberíamos mirar de respetar y esto lo podemos llevar a cabo preparando un combinado macrobiótico como el que muestra la foto de más arriba.
¿Pero de qué proporciones hablamos realmente?
Para empezar un combinado macrobiótico debería estar compuesto de un 50-60% de granos completos (arroz, trigo sarraceno, amaranto, mijo...), esto es básico, porque serán los encargados de dar a nuestro organismo una energía continuada, durante un periodo de tiempo muy largo. Esto sucede porque los mismos también conocidos como carbohidratos complejos, nos dan dicha energía en dosis pequeñas y ello nos permite estar a nuestro 100% durante mucho tiempo.
Seguro que en alguna ocasión, al sentirnos hambrientos hemos acabado por comer una galleta de chocolate u otro alimento similar... Esto es un grave error, pues quizás sí nos sentiremos bien durante unos minutos, pero en realidad este tipo de productos lo que de verdad hacen es sub-ministrarnos una inyección muy alta de azúcar que además de ser de todo menos buena, pondrá todo nuestro organismo patas arriba!
En segundo lugar nuestro combinado tendría que tener un 20-30% de vegetales de cultivo local y orgánico, donde encontraremos infinidad de vitaminas y nutrientes básicos para nuestro bienestar. Como pueden ver en la foto, la coloración de cada uno de ellos es importante, puesto que cada vegetal nos aporta una vitamina diferente y eso nos viene dado por su color. Sin contar que parte de la digestión empieza al observar un plato y una buena combinación de colores hará más que atractivas nuestras comidas.
En otro nivel, deberemos añadir entre un 10-15% de legumbres ( Azukis, garbanzos, judías blancas, lentejas...), una proteína vegetal, muy saludable que nos aportará en combinación con el cereal, todos los aminoácidos esenciales que necesita nuestro organismo, sin necesidad de recurrir a la carne y otros derivados de la explotación animal, cargados de hormonas, antibióticos y grasas saturadas letales para nuestro cuerpo.
Ya casi finalizando, no podemos dejar de añadir entre un 5-10% de algas y sopas. En el caso de las algas, estamos ante un súper alimento, que nos provee la naturaleza, cargado de vitaminas, hierro, calcio e infinidad de nutrientes que ni podéis imaginar. Pero además nos ofrecen muchas posibilidades de ser cocinadas, ya que pueden aparecer en nuestras sopas (ejemplo: sopa de miso) o como en la foto, donde cocine alga arame junto con los garbanzos, siendo posible también ponerlas frías junto con la ensalada.
Y opcionalmente podemos acompañar todo esto con una pequeña ensalada verde, sin excedernos, sólo a modo de acompañamiento.
Así, que si llevamos a cabo un plato que se componga de todo lo comentado más arriba, os puedo asegurar que al cabo de unos días, notareis muchos cambios en vuestro organismo!
En el caso de la foto he cocinado:
Cereal: Raviolis de espelta (el cereal siempre debe ser integral, esto es muy importante)
Verdura: Zanahoria, judía verde y coliflor, en este caso cocinadas al vapor todas ellas con una pizca de aceite de sésamo.
Legumbre: Garbanzos ( sobre todo es muy importante cocinar mucho tanto las legumbres como los cereales.
Algas: En este caso cocine alga arame junto con los garbanzos.
Otros: Una ensalada de lechuga, escarola y brotes de alfalfa y todo ello aderezado con gomasio casero al estilo tradicional.
Postre: Huyendo del clásico flan con nata u otra carga desmesurada de azúcar como un pastel o similar, podemos cerrar nuestras comidas con un Té de cultivo ecológico de tres años, por ejemplo un té Bancha, Mu o Kukicha que nos garantizarán una digestión de lujo!
En el caso de querer una pieza de fruta, mejor una manzana o pera y si está previamente horneada ya será aun mejor ;-). Pero nunca el típico plátano u otra fruta cargada de azucares, pues estos tirarán por la borda nuestra anterior combinación plenamente equilibrada.
Así que espero que después de este post, ya tengáis claras, las bases para componer vuestro combinado macrobiótico, dejando para más tarde la combinatoria entre los diferentes alimentos que prefiero explicar en otro artículo ya que no debemos olvidar que la cocina macrobiótica es alquimia pura!
Buen provecho a todos!
Gassho!!
Sergi G