Si hace escasamente un par de días estuvimos hablando sobre la salud ósea a través de mi último artículo relacionado con los lácteos, hoy toca receta al efecto, así que aquí os dejo un pequeño tesoro nutricional que me enseño mi actual maestra Montse Vallory, profesora a la que admiro mucho, por la sensibilidad que transmite y gran sabiduría que alberga en cada gesto y palabra dentro de la cocina.
Para aquellos que no lo sepan, hemos entrado en el invierno, y con el mismo siguiendo el ciclo energético de los cinco elementos, dicha estación se localiza en el elemento AGUA, que a su vez en Medicina Tradicional China se relaciona con los riñones (órgano), y la vejiga (víscera), pero que también está directamente relacionado con la parte más interna de nuestro organismo, el sistema óseo, por ello para ir entrado en calor, os dejo una receta que está especialmente indicada para tratar los huesos, fortaleciéndolos y aportando a nuestra salud ósea, todo lo que necesita para permanecer en perfectas condiciones.
Como comenté en mi anterior monográfico, alimentos como la coliflor o en general todas las crucíferas, son excepcionales fuentes de calcio, que además gozan de un gran nivel de absorción. Por ello la base de esta receta es la coliflor, y el resto de ingredientes van en la misma sintonía, porque la cola de caballo es otro ingrediente fundamental, a la hora de cuidar nuestros huesos, al ser rico en Silicio, muy importante en la formación del colágeno. Pero incluso los elementos utilizados para decorar nuestros plato tienen un sentido, puesto que las semillas de calabaza son una gran fuente de Magnesio y el preparado de cúrcuma y pimienta un gran anti inflamatorio!
Así que ya tenéis una nueva excusa, para entrar en la cocina y poner todo vuestro corazón en hacer de esta sencilla receta uno de los platos que presidirán vuestra mesa en alguna de las importantes comidas de estas fiestas!
INGREDIENTES
( A ser posible de proximidad y procedencia ecológica)
(RECETA APTA PARA CELIACOS)
- 2 Cebollas cortadas en medias lunas
- 1/4 de coliflor troceada
- 1 Nabo en rodajas
- 2 Cucharadas soperas de copos de avena ( en caso de intolerancia al gluten copos de arroz)
- 1-2 cucharadas soperas de Tahin o almendra molida
- 1 Cucharada de jugo de jengibre fresco ( rayado y escurrido)
- 1 Cucharada de postre de tartar de algas al natural (ejemplo Porto-Muiños)
- 1 Cucharada de preparado de cola de caballo en polvo
Apunte: Debemos torrar primero con mucho cuidado 3 cucharadas de cola de caballo en una sartén y después molerla con un molinillo o similar, finalmente colaremos el resultante para que las ramitas queden fuera y sólo nos quede un polvo muy fino que será el que realmente pondremos en nuestra crema.
- Aceite de sésamo o oliva y sal marina fina o agua de mar
ELABORACIÓN
1. Ponemos los copos de avena en remojo con una cantidad de agua que los cubra.
2. Salteamos la cebolla con un poco de aceite de Sésamo o en su defecto con aceite de oliva, hasta que la misma este bien cocinada, pudiendo añadir un poco de sal o incluso un poco de agua de mar para que nos ayude en la cocción.
3. Añadir las verduras troceadas, otro poquito de sal, y cubrir todo ello con agua removiendo y cocinando tapado a fuego suave durante unos 10-15 minutos.
4. Añadimos la avena remojada con el agua de remojo, removemos y cocinamos durante unos cinco minutos más.
5. Añadimos el jugo de jengibre, el tahin o picada de almendra y trituramos con el Turmix, rectificando si es necesario la consistencia con un poco de bebida vegetal o agua, hasta conseguir la textura deseada.
6. Servir, decorando con un poco del preparado de cola de caballo, y tartar de algas, tal y como se muestra en la foto, pudiendo poner también opcionalmente alguna semilla de calabaza y en mi caso las gotas amarillas las hice preparando una mezcla de cúrcuma, pimienta negra y aceite de oliva.
Buen provecho y felices fiestas a todos!!
Gassho
Sergi Hogaku
(Fotos: Sergi Hogaku)
