Una de las primeras barreras que asaltan a todas las personas que quieren adentrarse en la macrobiótica es sin duda, la imposibilidad de prescindir del azúcar. Esto tiene una explicación lógica, ya que si miramos la forma en que se alimenta la mayor parte de la población, no tardaremos en darnos cuenta de que muchos de los alimentos que se ingieren a diario contienen elevadas cantidades de azúcares refinados. Algunos alimentos los contienen de forma intrínseca y al resto se les ha añadido a posteriori, sobre todo en los alimentos de procedencia industrial, donde los azúcares refinados de mala calidad tienen una presencia destacable.
Es por ello, que he decidido escribir en este artículo todo lo que creo debería saber todo ser vivo a cerca de este famoso ingrediente, que tiene más de malo que de bueno, por mucho que algunos intenten posicionarse en contra de su abandono.
ALTERAR LA NATURALEZA DE LAS COSAS
Una de las razones por las me siento tan próximo al zen y a la macrobiótica, es porque a través de estas dos filosofías, he aprendido a observar la naturaleza, como debían hacerlo nuestros antepasados, cuando aun se respetaban las viejas costumbres, y el ser humano no se creía superior a la misma, sino parte de ella.
En la naturaleza, se esconden todas las pautas necesarias para llevar una vida saludable en perfecta harmonía. Por esta razón os invito a no alterar la misma bajo ningún precepto, pues cuando quebrantamos el orden del universo, nos alejamos de la verdadera felicidad.
La industria, nos ha educado a fuerza de químicos, edulcorantes químicos y en definitiva, nos ha ocultado el verdadero sabor de los alimentos que ingerimos. Por ello nos cuesta tanto entender una vida prescindiendo del azúcar, ya que el mismo, está presente junto al café que nos sirven por la mañana, espolvoreado en el la pasta que compramos en la pastelería por la tarde, en los refrescos que pedimos cuando nos sentamos en la terraza de un bar y en otras tantas situaciones más cotidianas.
Pero lo cierto es que no necesitamos añadir más azúcar a nuestras vidas, pues los azucares que nuestro metabolismo necesita ya se encuentran de forma natural en los cereales, hortalizas, legumbre, la fruta y otras tantas cosas que ni podéis imaginar.
EL AZUCAR UN VENENO DE FERMENTACIÓN LENTA
En la macrobiótica, intentamos evitar el consumo de azúcar, porque el mismo es un extremo yin, de naturaleza muy expansiva; tras su ingestión, se crea un fuerte desequilibrio tanto físico como mental, capaz de crear una gran inestabilidad en nuestro organismo. Por ello su consumo diario nos creará dispersión, falta de concentración, fatiga, estrés, trastornos del sueño, entre otros síntomas nada agradables.
Si nos paramos a pensar en el nivel de azucares que ingieren nuestros hijos a través de golosinas, coca cola, bollería industrial, helados... entenderemos porque en ocasiones están tan agitados e incluso en muchos casos, les es imposible permanecer más de cinco minutos haciendo una misma tarea sin dejarla a medias.
Lo cierto, es que cuando tomamos azúcar, se disparan nuestros niveles de insulina, malgastando parte de nuestra energía vital en volver a equilibrar nuestro organismo, . Esto nos provoca en ocasiones estar todo el día cansados y con pocas ganas de hacer cualquier actividad.
Por esta razón, si queremos comer de forma equilibrada es necesario alejarnos de todas las fuentes edulcorantes artificiales y controlar el resto de alimentos de alto contenido en azúcares. Así que intentaremos evitar el consumir los clásicos postres o frutas después de comer, desplazándolas a otras horas entre comidas, donde su ingestión, no romperá nuestro equilibrio digestivo y energético de forma tan drástica.
En caso de apetecernos una fruta, optaremos por la pera o la manzana, siendo estas más equilibradas que otras como el plátano que contienen unos elevados porcentajes de azúcar.
En caso de apetecernos una fruta, optaremos por la pera o la manzana, siendo estas más equilibradas que otras como el plátano que contienen unos elevados porcentajes de azúcar.
FUENTES EDULCORANTES ALTERNATIVAS AL AZUCAR
Llegados a este punto, seguramente muchos se preguntarán, como pueden endulzar sus postres, meriendas y otros menesteres culinarios si se prescinde del azúcar convencional. Pero para nada debemos alarmarnos, pues las soluciones son muchas y de gran calidad. Pero para no extenderme en exceso voy a dar unos apuntes rápidos a cerca de tres edulcorantes, que perfectamente pueden substituir nuestro consumo de azúcar refinado químico.
1. MELAZA DE ARROZ
La melaza de arroz, es uno de los edulcorantes más saludables que podemos tomar, siendo fácil comprarlo en tiendas de dietética o productos ecológicos.
Por un lado suele ser más digestible y nutritiva que cualquier azúcar refinada o edulcorante artificial del mercado.
A su vez, es rica en hidratos de carbono, vitaminas del grupo B, potasio, hierro y magnesio entre otras muchas propiedades más, beneficiosas para el buen funcionamiento de nuestro metabolismo.
En el caso de la melaza de arroz, además al carecer de gluten, se convertirá en el edulcorante perfecto para celiacos, así que nos encontramos ante un sustituto directo del convencional y nocivo azúcar blanco refinado.
Normalmente, la melaza de arroz se puede utilizar en la elaboración de algunos postres, o bien para acompañar una infusión en substitución del convencional azúcar, todo y que yo aconsejo que nos acostumbremos a ingerir los alimentos sin alterar sus sabores.
Se obtiene a base de cocinar a fuego lento el zumo de manzana y es rico en todos los nutrientes que también encontramos en las manzanas, que no son pocos, pues todos habremos oído hablar en alguna ocasión, de las bondades de esta fruta a muchos niveles.
En la cocina, se convierte en un perfecto aliado de la repostería y también se utiliza para preparar algunas reducciones para ensaladas, en las que se quiera prescindir de la miel o se pretenda dar un toque dulzón, sin recurrir a edulcorantes artificiales.
Su sabor es muy suave y cercano al sabor que tiene el zumo de manzana, aunque su textura es más espesa y de color más oscuro.
También es muy sencillo de encontrar en tiendas ecológicas o naturistas.
3. EL AMASAKE
Se extrae mediante la fermentación del arroz por el koji, así que se potencia el dulzor natural del arroz, aunque también es posible encontrarlo extraído de otros cereales, como por ejemplo la avena o el mijo.
Sus utilidades son infinitas, desde aliño para sopas, edulcorante para pasteles y postres, dulce para untar en galletas, tostadas e incluso, para tomar como bebida fría o caliente.
En mi opinión, uno de los mejores edulcorantes que se pueden comprar, con la desventaja de su precio, que para nada suele ser barato, y que por lo normal, una vez abierto, debe consumirse en un máximo de 7-8 días.
Como podéis ver, las alternativas son diversas y muy interesantes, así que ya tenéis algunos alicientes más para abandonar el todo poderoso azúcar, que sin saberlo tanto daño está haciendo a vuestro cuerpo y mente.
Pero en todo caso, lo más importante a mi juicio, es que estamos tan acostumbrados a comer en extremos ( o todo muy dulce o todo muy salado), que perdemos la percepción sensorial del gusto real de las cosas. Por esto cuando empezamos a comer de forma equilibrada, los primeros días nos da la sensación de que todo está soso, pero lo cierto es que cuando pasan un tiempo, descubrimos una infinidad de nuevos sabores, que siempre estuvieron hay, aunque no éramos capaces de darnos cuenta de ello.
En conclusión, una vida más plena es posible, sólo debemos de abandonar ese afán cultural que se nos ha inculcado, en que todo ha de ser modificado para mejorarlo. Creo que en ese aspecto, nos queda mucho que aprender, ¿y qué mejor maestra, que la naturaleza, para empezar esta nueva vida de la mano del respeto y el bienestar ?...
Gassho!
Sergi Gámez