A pesar de que ya queda menos para que podamos gozar plenamente de temperaturas 100% primaverales, lo cierto, es que siempre es saludable acompañar nuestras comidas de una sabrosa sopa o crema calentita, o en caso de estaciones más cálidas podemos tomarlas incluso frías.
Las mismas, hidratan nuestro organismo y nos aportan infinidad de vitaminas y nutrientes básicos para nuestra alimentación, a la vez que facilitan el proceso digestivo y nos hacen sentir más livianos.
Por esta razón, hoy os traigo una receta bastante sencilla, que suelo preparar una vez por semana en grandes cantidades, para poder disponer de la misma durante dos o tres días, aunque como ya sabemos, siempre es mejor comer todo recién cocinado, momento en el que todas sus propiedades permanecen intactas.
No obstante, os invito a cocinar esta riquísima sopa muy completa, pues por un lado tenemos un buen aporte de verduras, cereales que nos aportan hidratos de carbono de absorción lenta, proteínas a través del tofu y alga wakame, rica en calcio (la alga wakame tiene once veces más calció que la leche), fósforo, yodo y otras muchas propiedades que ni podéis imaginar. En definitiva, un manantial de salud al alcance de nuestras manos.
INGREDIENTES ( 4-6 personas)
(A ser posible de procedencia ecológica y local)
3 Cebollas
2 Puerros
1 Hinojo
½ Pieza
de tofu ahumado ( también puede ser no ahumado)
3 Zanahorias
medianas
2-3 Tiras
de alga wakame
½ Vaso
de copos de avena
2-3 Calabacines
Aceite de sésamo virgen de primera presión en frío (también puede ser de girasol).
Sal marina atlántica
ELABORACIÓN
1. En primer lugar, ponemos las tiras de alga wakame en un vaso
con agua para hidratarlas durante unos diez minutos. Pasados los diez minutos
las cortaremos en trozos muy pequeños y las reservaremos para añadir más tarde
con el resto de ingredientes.
2. Lavamos y cortamos todas las
verduras al gusto, pero sin dejar trozos demasiado grandes, para que todos los
ingredientes guarden una harmonía visual y su cocción sea más pareja. También troceamos la mitad de un
bloque de tofu (ahumado o normal al gusto) en pequeños dados. (reservamos)
3. Preparamos dos ollas. En una
de ellas llenamos de agua hasta ¾
de la misma, y acto seguido la ponemos a fuego medio para que vaya
calentándose. En la segunda y principal para nuestra receta, pondremos un
chorro de aceite de sésamo y calentaremos.
4. Cuando el aceite esté a
temperatura, añadiremos en primer lugar la cebolla y como ya he explicado en
muchas recetas, la yanguizaremos (proceso en el que eliminamos su parte más
yin, para equilibrarla a nivel energético y digestivo). Para ello, pondremos el
fuego más bien alto, y una vez tiremos la cebolla la removemos sin parar durante
unos diez o quince minutos, hasta
que la misma cambie de color y adquiera una apariencia transparente. Una
vez la cebolla esté bien cocinada,
añadiremos sal y
el puerro cortado, que removeremos junto a la cebolla durante unos cinco
minutos más.
5. Añadimos los dados de tofu, el
resto de verduras cortadas y seguidamente el agua previamente calentada, junto
a las algas troceadas y los copos de avena.
6. Subimos el fuego y cuando
empiece a hervir, tapamos y cocinamos disponiendo el fuego al mínimo durante una hora.
7. Pasada la hora destapamos y ya
sólo quedará salar al gusto y servir.
Buen provecho
Gassho!
Sergi Gámez
(Fotos : Sergi Gámez)